jueves, 30 de diciembre de 2021

De vuelta a Piranji, volviendo por navidad


Hace siete años que viene por primera vez a este lugar, un territorio árido y duro para la vida, pero a la vez donde se desprende sentimiento de comunidad. Aquí he podido pasar noche buena y el día de navidad, sin grandes luces, escaparates y/o consumismo. 

El acontecimiento de la tarde como si fuera de un enfrentamiento Real Madrid - Barcelona, fueron los partidos que jugaron los equipos de las diferentes iglesias que se están implantando en este territorio, al mejor estilo de la zona con campo de tierra y en un entorno natural cien por cien, y por supuesto sin zapatillas, donde se llega apreciar el disfrute de las pequeñas cosas.

En estos años pocas cosas han cambiado, si cabe la mejora de alguna de las casas y por fin disponen de una pequeña laguna, en lo que respecta al transporte y a la estrada que permite la comunicación todo sigue igual, pero posiblemente eso es parte del entorno y un cambio haría que ya no fuera lo mismo. 

La pandemia por aquí es casi inexistente, lo cuál es un alivio para sus moradores, que tan poco se encuentran muy preocupados, igual para el virus esta zona es inhóspita y hostil, así que mejor que lo continúe siendo. 

La interacción con las personas, el acompañar sus procesos y estar en su realidad, considero que son las tres claves que definen de manera acertada cualquier intervención y acción que se desarrolle desde el Trabajo Social. Estos días donde me he sentido uno más en Piranji, me lo confirman si cabe aún más. Gracias.

domingo, 5 de diciembre de 2021

Cuando la vivienda es un lujo, y no una necesidad amparada como derecho

Suelo utilizar estas imágenes en clase que me sirven para abordar la función de la vivienda bien desde las posibilidades de acceso, que viene a generar exclusión-inclusión, o bien desde las condiciones de la misma, el derecho a una vivienda digna y adecuada.

En el primero de los casos se trata de "... las situaciones más graves de exclusión" (Raya, 2010: 124). No disponer de una vivienda "... constituye la contrapartida de la inclusión, es decir se está excluido de algo cuya posesión implica un sentido de inclusión" (Minujin, 1998: 169). Sin olvidar el papel de salud pública que juega la disponibilidad de una vivienda, ya que lo contrario genera desesperanza, desmotivación, ansiedad, ...

De ahí que  nos podríamos plantear hasta que punto la construcción de vivienda en la actualidad se encuentra enfocada de cara a cubrir una necesidad básica y un derecho, o por el contrario se plantean construcciones donde priman enfoques elitistas y/o dirigidas a sectores de población con gran capacidad económica, o que para poder acceder a la misma requieren de operaciones crediticias que les van a condicionar por muchos años.

Recientemente se han publicado los nuevos datos de ejecuciones hipotecarias (INE), correspondientes al tercer trimestre del presente año, donde a falta de un trimestre se ha superado en un 18% los datos de todo el año 2020, siendo más de ocho mil setecientas las viviendas habituales que han entrado en este procedimiento como paso inicial de un posible desahucio. 

En estos meses donde las condiciones climáticas se endurecen, posiblemente se hacen más visibles las personas que duermen en la calle, los llamados sin techo, aún así igual pasamos a su lado y ni nos percatemos. Lo que me hace cuestionar que una sociedad que no es capaz de cubrir las necesidades de alojamiento de sus conciudadanos y que o bien se permite la expulsión de un hogar (desahuciar), donde un derecho se ha convertido en una actividad económica muy enriquecedora para algunos, debiera de plantearse si efectivamente consideramos a la vivienda un lujo o una necesidad amparada como derecho, y sobre todo si hay opciones de cambio.

(También lo tienes disponible en formato podcast a través del siguiente enlace https://go.ivoox.com/rf/89305200

sábado, 30 de octubre de 2021

Siempre nos quedará el fútbol y las procesiones, mientras la desigualdad se incrementa

Este blog lo comencé allá por el año 2010, en diciembre llegaremos a los once años, y durante este tiempo han sido mucho las opiniones y en muchos de los casos los sentimientos que he expresado, creo que escribir en este formato en definitiva es eso expresar lo que opinas y lo que sientes. En mi caso con una mirada desde el Trabajo Social y desde las redes sociales.

En esta ocasión me volveré a mojar y volveré a transmitir esas incoherencias y dualidades que observo y que me generan muchas contradicciones, me explicaré. Soy andaluz y malagueño, eso significa haber mamado muchas tradiciones culturales, donde posiblemente la semana santa se sitúe en cabeza de todas ellas. Desde hace algunas semanas en varias provincias, entre ellas Sevilla y Málaga, y con motivo de diversas conmemoraciones se han organizado salidas procesionales en masa, como con deseo de recuperar en unos días las dos semanas santas que no se han podido vivir por la pandemia. 

Estas conmemoraciones están concentrado a miles de personas que a su vez generan un movimiento económico y comercial muy potente, a la par que se transmite una sensación de "aquí no pasa nada", y por unas horas, unos días, quien dijo nada de paro, pobreza, personas sin hogar, exclusión, hambre, desamparo, soledad ... incluso en algunos sitios se han llevado los tronos a los barrios más pobres de la ciudad, posiblemente alguien pensó que a falta de recursos sociales los tronos/los pasos bien podrían pasar al catálogo de prestaciones.

Fuente: https://concepto.de/desigualdad-social/
Mis ojos de Trabajador Social no me permiten mirar sin más, aplaudir sin pensar y reflexionar, vitorear un bravo o que el sentimiento se te salte con una saeta sin que piense en todo lo que hay detrás, en todo lo que no se ve, en todo lo que estas imágenes pueden llegar a esconder. 

Dice nuestra definición de Trabajo Social que somos "... una profesión basada en la práctica y una disciplina académica que promueve el cambio y el desarrollo social, la cohesión social, y el fortalecimiento y la liberación de las personas. Los principios de la justicia social, los derechos humanos, la responsabilidad colectiva y el respeto a la diversidad son fundamentales para el trabajo social. Creo que son expresiones muy contundentes que nos deben de situar en una constante actitud crítica, de lo contrario será verdad que "siempre nos quedará el fútbol y las procesiones", como bálsamo anestésico ante las inmensas problemáticas y desigualdades sociales existentes, que en lugar de disminuir se incrementan.

(También lo tienes disponible en formato podcast a través del siguiente enlace https://www.ivoox.com/siempre-nos-quedara-futbol-procesiones-audios-mp3_rf_78762196_1.html)

sábado, 9 de octubre de 2021

Los problemas requieren soluciones

Esta semana saltaba la noticia: “habrá una ley de vivienda”, una ley que se marca como histórica ya que será la primera desde que quedara recogido el derecho a la vivienda en la actual constitución de 1978, o sea, iba siendo hora…

La dificultad de acceso a la vivienda se situaba como principal problema para la población española en septiembre del año 2007, con el 37,3% (CIS), por delante de otros que hasta ese momento habían encabezado las estadísticas de esta consulta periódica, como el terrorismo (ETA) con un 35,4% y el paro con un 35%. Resulta paradójico que los años en los que mayor número de vivienda se construía en España (seis millones entre los años 1997 y 2008), coincidan con los de mayor preocupación ciudadana ante ello.

Y aunque la preocupación según el CIS haya disminuido la realidad de la imposibilidad de acceder a una vivienda digna y adecuada está ahí, de la que son testigos privilegiados aquellas personas, sobre todo jóvenes, que inician su proceso vital y que ven como el muro de disponer de una vivienda se lo impide.

En el centro de toda esta realidad se encuentra el concepto que de la vivienda se ha tenido por parte del Estado y de las diferentes administraciones desde sus correspondientes competencias, no sólo en el período democrático actual, sino desde mediados de los años 50 del siglo pasado. Aun cuando la Constitución Española (1978) reconoce el derecho a la vivienda, nos encontramos ante un derecho no desarrollado y sujeto a la propiedad y al sector de la construcción para dinamizar la economía (Pareja y Sánchez, 2012). Sin un parque público suficiente, que ha provocado que el derecho al acceso a una vivienda digna y adecuada se aleje del concepto de derecho social, sobre todo para aquellas personas más vulnerables y con menor capacidad económica. Así por ejemplo en los últimos 20 años de los 6,5 millones de vivienda construida el 87,62% ha correspondido a vivienda libre y un 12,38% a vivienda de protección.

La mercantilización progresiva de la vivienda y su valor se ha venido anteponiendo ante cualquier otra cuestión (Cortés, Antón, Martínez y Navarrete, 2008), centrando principalmente su relación con el urbanismo y la economía, y no con el concepto de derecho humano que se le reconoce.

Por todo ello resulta sumamente preocupante que tras el anuncio de esta ley asumiendo el problema existente y por tanto la necesidad de comenzar a atajarlo, hayan saltado voces indicando que “no van a hacer nada” y que la mejor solución es el mercado. Al parecer la experiencia de la burbuja inmobiliaria estallada en 2008 no fue suficiente y nuevamente se pretende tropezar con la misma piedra. España no tiene un problema de vivienda ya que dispone de 25,8 millones para un total de 18,8 millones de hogares, no es que pretenda que se reparta una vivienda por hogar, pero si que el problema lo tenemos en la desigualdad que se genera ante la imposibilidad de acceder a una vivienda y por tanto la necesidad de actuar para que esta realidad vaya mudando. Donde urgen acciones sobre el resto de las variables que intervienen para su acceso, siendo clave el disponer de un empleo estable con salarios dignos y suficientes, desde la consideración de la vivienda como un hogar y no un bien especulativo y financiero.

(También lo tienes disponible en formato podcast a través del siguiente enlace https://www.ivoox.com/problemas-requieren-soluciones-audios-mp3_rf_78762163_1.html)

sábado, 11 de septiembre de 2021

Las ejecuciones hipotecarias se incrementan, indicio de incremento en los desahucios

Fuente: Elaboración propia a partir del INE

 El Instituto Nacional de Estadística (INE), acaba de publicar (7 de septiembre) los datos en cuanto a "Estadística sobre Ejecuciones Hipotecarias", correspondiente al segundo trimestre de este año, con el siguiente titular: "Las inscripciones por ejecuciones hipotecarias iniciadas sobre viviendas de personas físicas aumentan un 242,8% en tasa anual".

Un incremento que se inició en el tercer trimestre del año 2020 y que después de un año (cuatro trimestres seguidos) sigue al alza, habiendo pasado de las 1.804 a las 3.243 (incremento del 80%), como se puede comprobar por la figura, todo ello en lo que refiere a la vivienda habitual, ya que si se considera el total de vivienda el incremento ha supuesto un 24%, lo que viene a confirmar que son las viviendas que configuran un hogar un espacio para el desarrollo del proyecto vital de cada persona las que se están viendo en su mayoría afectadas.

Ya en el mes de junio en otra entrada de este blog se aludía al previsible incremento y al riesgo que ello conlleva tras los datos que en aquel momento se conocían. En aquella entrada con el título "Un cuarto de millón de viviendas en ejecución hipotecaría desde 2014", se comparaba a su vez con el incremento en el número de viviendas turísticas, un modelo donde nuevamente la vivienda sigue siendo utilizada como un mero recurso de obtención de beneficios económicos, sin que las necesidades de habitabilidad se encuentren cubiertas.

Se inicia un nuevo curso académico y político, con el problema de la vivienda en el "candelero" pero sin que se vean acciones que realmente signifiquen como se suele decir coge el toro por los cuernos, y mientras tanto el número de ejecuciones hipotecarias, y por ende posteriores desahucios, se sigue incrementando. 

Como también vengo indicando en diferentes entradas la realidad es muy tozuda, y sólo en Andalucía se finalizó el pasado mes de junio con más de sesenta y seis mil solicitudes activas de vivienda de protección, aunque el número de solicitudes desde que hay registro han superado el cuarto de millón (271.346) de las que sólo se han cancelado 12.144 por adjudicación de una vivienda, lo que no alcanza ni al 5% del total.

En tanto en cuanto este derecho no esté cubierto habrá que seguir reivindicándolo y como decía la canción de Silvia Cruz en la película "Cerca de tu casa": <<Es indecente gente sin casa, casi sin gente>>.

(También lo tienes disponible en formato podcast a través del siguiente enlace https://www.ivoox.com/ejecuciones-hipotecarias-se-incrementan-indicio-incremento-audios-mp3_rf_78762119_1.html)





jueves, 5 de agosto de 2021

Trabajo Social en España, de 1968 a 2022, en treinta y cuatro palabras

He tenido la posibilidad de participar en la elección de los tres últimos títulos que se han puesto a los congresos estatales de Trabajo Social por parte del Consejo General, el de Marbella (2013), el de Mérida (2017) y el próximo a realizarse en Ciudad Real (2022). Una experiencia gratificante, llena de simbolismo por lo que representa, y de cierta responsabilidad. El último elegido para el congreso que se celebrará el próximo año ha sido: "Trabajo Social en esencia. Cambiar para avanzar, crear para crecer" (enlace a la página web del congreso). Un título con la presencia de las palabras Trabajo Social y luego términos cargados de mucha profundidad, como: esencia, cambio, avance, crear y crecer, palabras que bien pudieran formar parte del concurso "Diga una palabra que defina al Trabajo Social".

El conocer cuáles han sido los títulos de los congresos, nos puede dar pistas y situar en las intenciones que se pudieron tener en cada momento para definirlo de tal o cual manera, formando parte de la construcción y del camino por el que el Trabajo Social se ha ido impregnando en los últimos cincuenta años. Un trabajo, con los congresos como elementos de estudio, que Morán y Díaz (2016), publicaban en la revista Documentos de Trabajo Social, donde abordan el recorrido de la profesión desde "Un análisis socio-histórico desde las aportaciones a los Congresos Nacionales de Trabajadoras/es Sociales 1968-2013". O el compañero recientemente fallecido, Manuel Gil, a la vez que hago un reconocimiento a su persona.

En este caso y considerando sólo los títulos de los trece congresos realizados hasta la fecha (catorce con el del próximo año), que se recogen en la siguiente tabla:

AÑO

TÍTULO

1968

El asistente social y la evolución del Trabajo Social

1972

Acción Social y Trabajo Social

1976

Política de Acción Social

1980

Bienestar Social, ¿una utopía?

1984

Trabajo Social: reto de hoy

1988

La intervención profesional en la Europa sin fronteras

1992

Trabajo Social en el cambio del milenio

1996

Trabajo Social: Compromiso y equilibrio

2000

Definición de funciones. Formación superior. Deontología

2004

Un mundo, mil culturas. Globalicemos la solidaridad

2009

Trabajo Social: sentido y sentidos

2013

La intervención social en tiempo de malestares

2017

Construyendo comunidades sostenibles: dilemas y retos

2022

Trabajo Social en esencia. Cambiar para avanzar, crear para crecer


Desde un análisis de los términos elegidos se llega a la conclusión que las palabras más utilizadas han sido Trabajo Social (siete menciones), y con dos menciones: acción social, intervención, sentido, cambio y retos. Lo que permite elaborar un nuevo título, el título de los títulos: "El Trabajo Social, de la acción social, pasando por la intervención con sentido, con el cambio como reto". El resto de palabras, hasta llegar a las treinta y cuatro que se han recogido en todos los títulos, sólo se repiten en una ocasión. No sabría decir si 34 son muchas o pocas, y si efectivamente son las suficientes para definir medio siglo de profesión, esa cuestión la dejo para el debate veraniego.

Nos vemos en Ciudad Real ¡¡¡

(También lo tienes disponible en formato podcast a través del siguiente enlace https://www.ivoox.com/trabajo-social-espana-1968-a-2022-audios-mp3_rf_74275982_1.html)

viernes, 16 de julio de 2021

Por un Trabajo Social “provocativo”

Fuente: Consejo General del
Trabajo Social
La profesión de Trabajo Social ha promovido y promueve valores sociales de máxima importancia, de ahí que:

… definir el trabajo social, o continuar definiéndolo en nuestros días, como herramienta o instrumento es reducir nuestra identidad al campo de lo técnico, a la mera práctica, a la vez que se nos concede, a mi modo de ver, un papel encorsetado y obsoleto (el de solucionadores de problemas), unas responsabilidades que exceden de alguna manera las capacidades de cualquier mortal, un poder ostentoso y obcecado. (Martín, 2009: 230)

El Trabajo Social ha estado presente, aunque posiblemente no lo suficientemente visible ya que se ha ubicado en los espacios de la beneficencia y el voluntarismo, en aquellas situaciones donde la ciudadanía ha requerido de una intervención de cara a conseguir mejoras sociales.

En la investigación realizada por Giménez y Doménech (2012), respecto a indicadores de calidad en los Servicios Sociales, donde no se puede olvidar que el Trabajo Social se sitúa como profesión de referencia, se indica que: “… los usuarios destacan tres componentes fundamentales en la práctica profesional de calidad en los Servicios Sociales de Atención Primaria: las habilidades, las actitudes profesionales y las cualidades personales.” (p. 443). Como se puede comprobar son cuestiones que se encuentran en la declaración de principios éticos de la profesión. Por tanto, es una evidencia más de la necesidad de que la intervención debe de transitar por estos parámetros, donde un cambio de paradigma se hace necesario y estamos obligados a intentarlo, superando tanto las mochilas personales como las presiones y entorno social en el que se desarrolle la labor profesional y académica donde la justicia social y las personas se deben de situar como referente de la acción diaria.

Tanto las situaciones personales, familiares y comunitarias, como los principios éticos de la profesión, nos interpela y nos sitúa en la disyuntiva de un Trabajo Social “provocativo”, desde:

  • El compromiso y la acción visibilizando y contraponiendo al poder, las realidades sociales, con propuestas que hablen de derecho y no de subsistencia ni beneficencia. 
  • No formando parte ni contribuyendo a la construcción y mantenimiento de aquellas situaciones que perpetúen todo lo contrario a la declaración de principios éticos.

Donde la academia, que forma y prepara a los futuros profesionales, es fundamental en este proceso. No consiste en estar “con los pobres”, consiste en cambiar las situaciones que hacen que se mantengan e incrementen la pobreza y la desigualdad.

Por ende, se ha de aportar y estar presente en la construcción de un mundo más igualitario, donde la profesión de Trabajo Social no puede pasar inadvertida sino por el contrario debe de situarse en vanguardia y ser protagonista de los cambios que se avecinan, impulsándolos desde la óptica y los principios que nos definen, ante un sistema caduco con dos cuestiones claves en la actualidad, la revolución tecnológica y el cambio climático. De ahí que un Trabajo Social más transformador que nunca se hace necesario, porque no se puede desligar lo que decimos ser, de lo que hacemos. Lo que nos obliga a repensar sobre la labor de nuestro día a día, en los espacios personales y laborales, en los espacios de participación donde superar lo individual y personal, para abordar desde lo común. 

(También lo tienes disponible en formato podcast a través del siguiente enlace https://www.ivoox.com/por-trabajo-social-8220-provocativo-8221-audios-mp3_rf_72961287_1.html

domingo, 6 de junio de 2021

Un cuarto de millón de viviendas en ejecución hipotecaria desde 2014

En 2014 el Instituto Nacional de Estadística (INE), comenzaría a ofrecer con periodicidad trimestral "... información sobre las certificaciones de ejecuciones hipotecarias que se inician e inscriben en los Registros de la Propiedad". Una información que "... se obtiene a partir de los datos contenidos en los Registros de la Propiedad de todo el territorio nacional. El Colegio de Registradores de la Propiedad, Mercantiles y Bienes Muebles de España (CORPME) suministra de forma centralizada la información al INE." Por lo tanto se está ante una fuente totalmente fiable que nos permite tener una radiografía respecto a la situación dramática en la que se encuentran miles de personas que no pueden hacer frente al pago de su vivienda (INE, 2021).

En este tiempo el número de ejecuciones hipotecarias iniciadas ha alcanzado las 266.626, más de un cuarto de millón de viviendas. De las que 154.021, el 58%, ha correspondido a viviendas de personas físicas, y un 42% a viviendas de personas jurídicas. Pero si se profundiza en las viviendas de personas físicas, se obtiene que de estas el 77% se ha correspondido con la vivienda habitual, llegando a las 118.224. Y aunque el número de viviendas de personas jurídicas estaban siendo las más afectadas desde mediados de 2017, esta tendencia tuvo un vuelco en el último trimestre de 2020 y se ha vuelto a confirmar con los datos del primer trimestre de 2021, donde las viviendas de personas físicas han representado el 75% del total, siendo casi todas ellas consideradas como vivienda habitual, señales que marcan un camino complejo para los próximos trimestres.

Mientras estos datos reflejan la debilidad de muchas familias que ante la situación económica actual no pueden hacer frente al pago de la vivienda, con una situación precaria arrastrada desde la crisis de 2008 sin haberse resuelto en lo que al acceso a la vivienda respecta, nos encontramos con que durante todo este tiempo (2014-2021), el número de viviendas de protección finalizadas como alternativa habitacional sólo ha llegado a las 55.571 (Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, 2021), ni el cincuenta por ciento de las viviendas habituales con ejecución hipotecaria. 

Pero junto a esta situación el INE (2021), también ha hecho público los datos del número de viviendas turísticas en España a febrero de 2021, llegando a las 294.698, casualmente casi las mismas viviendas que han tenido una ejecución hipotecaria como se ha comentado anteriormente. Para nada es que esté realizando ni una comparación, ni justificación, ni argumentando que con las viviendas turísticas actuales se podría dar cabida a todas las familias que no pueden acceder a una vivienda, simplemente constatando un dato empírico y objetivo. Mientras que en estos años sigue sin resolverse el dar cumplimiento a un derecho humano, España si ha sido capaz de generar un parque suficiente de viviendas utilizadas para hacer negocio, algo no funciona.


(También lo tienes disponible en formato podcast a través del siguiente enlace https://www.ivoox.com/un-cuarto-millon-viviendas-ejecucion-audios-mp3_rf_71111951_1.html)


domingo, 9 de mayo de 2021

Ante la Renta Mínima de Inserción Social en Andalucía (RMISA)

En diciembre de 2017 se publicaba una norma tan esperada como en su día fue la nueva ley de Servicios Sociales de Andalucía, que tras cuatro años de su aprobación aún sigue en pañales, en este caso me refiero al Decreto-ley 3/2017, de 19 de diciembre, por el que se regula la Renta Mínima de Inserción Social en Andalucía, (RMISA).  Una norma que venía a sustituir al llamado Salario Social (Decreto 400/1990, de 27 de noviembre, por el que se creó el Programa de Solidaridad de los Andaluces para la erradicación de la marginación y la desigualdad en Andalucía), puesto en marcha en los años noventa, de ahí su tan esperada aprobación más allá de dar cumplimiento al propio estatuto de Andalucía cuando en su artículo 23.2 se indica: "Todos tienen derecho a una renta básica que garantice unas condiciones de vida digna y a recibirla, en caso de necesidad, de los poderes públicos con arreglo a lo dispuesto en la ley."

Hoy tres años después y tras poder leer las memorias correspondiente a los años 2018 y 2019 de la RMISA, y a casi un año de la aprobación del Ingreso Mínimo Vital (IMV), salvando las diferencias, se pueden llegar hacer algunas consideraciones.

La RMISA nuevamente no ha cubierto las expectativas generadas, y a los datos me remito, por aquello de utilizar variables objetivas. Si había dos elementos claves e incluso se podrían denominar como novedosos en esta nueva norma, son la necesidad de que toda solicitud lleve aparejada la elaboración de un Plan de Inclusión Social (PIS) y de un Plan de Inclusión Laboral (PIL), el primero realizado por los Servicios Sociales Comunitarios y el segundo por el Servicio Andaluz de Empleo, pero la realidad empírica es tozuda. Así del total de solicitudes aprobadas en estos dos años (2018 y 2019), que ha ascendido a 32.716 sólo en el 59,95% de los casos se ha elaborado el PIS, pero es que el PIL no ha llegado ni al uno por ciento habiéndose quedado en un 0,76%, un total de 250 planes sobre las más de treinta y dos mil solicitudes, realmente "un escándalo", que se puede apreciar en la siguiente imagen.

Fuente: Elaboración propia a partir memorias Junta Andalucía RMISA (2018 y 2019)
Puede ser que cuando se hagan público los datos del año 2020, atípico por todo lo que ya sabemos en relación con la pandemia, estos datos pudieran mejorarse pero me temo muy mucho que no será así, cuando es sabido que la Junta de Andalucía tras la entrada en vigor del IMV, si la RMISA ya iba lenta ahora que cada cuál saque su conclusión. 

Según los datos publicados en marzo pasado por la Seguridad Social en Andalucía se habían concedido 66.086 solicitudes de Ingreso Mínimo Vital, por un ingreso mensual medio de 460 euros (la RMISA para 2021 se ha situado en 440,62 euros, un 78% del IPREM), por 32.716 solicitudes concedidas entre los años 2018 y 2019 de la RMISA, por lo que el IMV ha duplicado estas solicitudes lo cuál viene a establecer una radiografía mucho más cercana respecto a la situación socio-económica de las familias en nuestra comunidad.

No quisiera aburrir con tantos datos, pero el hecho cuantitativo me parece de primer orden para poner la evidencia de que estamos muy cercano a que más de cien mil familias en la comunidad autónoma de Andalucía, requieren de una intervención que más allá de social sobre todo es de necesidad económica, de subsistencia para sobrevivir. No se puede obviar a lo que me refería al inicio de la entrada, ya que no se está ante una prestación cualquiera sino ante la necesidad de dar cumplimiento a la máxima norma que rige la comunidad de Andalucía como es su estatuto, cuando en el mismo se recoge el derecho a una renta básica, y que superando clichés debe de convertirse en un aspecto universal sin cortapisas ni condicionantes.

(También lo tienes disponible en formato podcast a través del siguiente enlace https://www.ivoox.com/ante-renta-minima-insercion-social-en-audios-mp3_rf_69745785_1.html)

lunes, 29 de marzo de 2021

Cómo utilizar la tecnología para ayudar a las personas sin hogar

Protesta a favor del derecho a la vivienda digna (Madrid, 2019). Shutterstock / Photopoems
Rafael Arredondo Quijada, Universidad de Málaga

El problema de acceso a la vivienda es una realidad aún no resuelta en España. A él han contribuido las diferentes crisis sufridas desde los años 70, la más reciente la de 2008. Según el CIS, en el 2007 llegó a situarse como la principal preocupación de los españoles.

La situación actual de pandemia sigue reflejando las dificultades de la población para acceder a una vivienda. Solo en la comunidad autónoma de Andalucía existían a 31 de diciembre de 2020 un total de 64 471 solicitudes activas de personas demandantes de una vivienda de protección.

Más recientemente, el INE ha publicado los datos correspondientes a las ejecuciones hipotecarias de 2020. Indican que se ha producido un incremento del 27,4 % en las viviendas de personas físicas. Un asunto, el de los desahucios, que también pone en evidencia esta problemática.

En el caso europeo, la crisis habitacional golpea ya a setenta millones de personas mal alojadas. De ellas, cerca de dieciocho millones se encuentran desahuciadas y tres millones sin techo).

En el continente americano, un millón y medio de estadounidenses podrían perder su vivienda cada año. En Nueva York, los tribunales de vivienda tramitan 350 000 procedimientos anuales.

Miles de personas sin hogar

La vivienda de protección juega un papel fundamental en los procesos de inclusión social, sobre todo en sectores vulnerables. Sin embargo, el parque de vivienda pública está bajo mínimos en España. Según el Defensor del Pueblo, se sitúa entre el 1 % y el 1,19 %, con una política que se puede denominar contra-cíclica.

Uno de los sectores afectados de manera directa por la falta de vivienda y la imposibilidad de acceso son las personas sin hogar que por diversas circunstancias se ven durmiendo en la calle.

La no disponibilidad o imposibilidad de acceder a una vivienda digna y adecuada genera exclusión residencial. Coloca a los ciudadanos que la sufren en una situación de inferioridad respecto al resto de la sociedad.

Según la Estrategia Nacional Integral para Personas sin Hogar 2015-2020, existen más de treinta mil personas (33 275) que duermen diariamente en la calle o en algún recurso asistencial público o privado.

Además, los datos revelan un incremento del 66,23 % en el número de usuarios que utilizaron la red de alojamientos en el período de 2006 a 2018. Este aumento sugiere que la cifra de personas sin hogar podría seguir creciendo, favorecida por la situación de pandemia y de crisis social que ya vivimos, y la que se avecina

El modelo de intervención destinado a este colectivo, basado en albergues y otros recursos asistenciales no solo resulta obsoleto, sino que se ha demostrado incapaz de proporcionar una solución.

Necesitamos abordajes más centrados en facilitar necesidades básicas temporales que en hacer cumplir el derecho a acceder a una vivienda digna y adecuada. En el sistema de intervención actual, definido en escalera, el usuario asciende de peldaño conforme va cubriendo etapas previas y sitúa la vivienda en un último escalón prácticamente inalcanzable.

Acciones para combatir la brecha digital

La incorporación de aspectos tecnológicos en la intervención, situando la vivienda y la atención a la persona como elementos centrales, permitiría una visión diferente. Posibilitaría nuevas líneas de acción y acercaría el objetivo último al primer nivel: disponer de un espacio que se configure como hogar.

A la vez se estarían abordando cuestiones como la brecha y el analfabetismo digital en una población de máxima vulnerabilidad. Estas personas necesitarán aprender destrezas digitales en los procesos de inserción sociolaboral en una sociedad cada vez más tecnificada.

Cuestiones como el acceso a internet en los domicilios o la facilitación y el aprendizaje de medios electrónicos debería ser algo incuestionable. La tecnología podría ser utilizada como recurso de cara al seguimiento y el acompañamiento. Por ejemplo, las aplicaciones de mensajería instantánea permitirían una comunicación veinticuatro horas.

La implementación en el ámbito de la vivienda de medios que faciliten la intervención en colectivos vulnerables puede ser un paso más para afrontar el problema de acceso a la vivienda de manera diferente. La meta es entenderlo como un derecho y no como un objetivo alcanzar.

Rafael Arredondo Quijada, Trabajador Social, profesor en los Grado de Trabajo Social y Criminología de la Universidad de Málaga. Vicepresidente del Consejo General de Trabajo Social, Universidad de Málaga

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

(Disponible en formato podscat a través de https://www.ivoox.com/como-utilizar-tecnologia-para-ayudar-a-las-audios-mp3_rf_69725980_1.html)

domingo, 14 de marzo de 2021

Trabajo Social: saliendo de la zona de confort

Es en 2008 cuando la Federación Internacional de Trabajadores/as Sociales (FITS), decide que el tercer martes del mes de marzo de cada año se celebraría el Día Internacional del Trabajo Social, una celebración que también es asumida por la Asociación Internacional de Escuelas de Trabajo Social (AIETS) y el Comité Internacional para el Bienestar Social (CIBS), por lo tanto dicha fecha ha pasado a convertirse en un referente mundial del Trabajo Social, con todo lo que ello significa y representa. Así que un año más no podía pasar este día inadvertido para generar una entrada en el blog, ya que el próximo martes 16 celebraremos el Día Internacional del Trabajo Social.

En esta ocasión el lema escogido ha sido UBUNTU: "Yo Soy Porque Nosotros y Nosotras Somos", que decir del simbolismo y de lo que significa este término, que en palabras de Nelson Mandela nos debe cuestionar hasta que punto estamos dispuestos de formar parte y hacer algo con el fin de mejorar nuestra comunidad. Será difícil encontrar quien diga que no a esto, aunque haberlo seguro que también los hay, pero la diferencia va a estar en el que y en el como.

Desde mi punto de vista ha sido un acierto la decisión de este lema en los momentos actuales, no sólo por la situación que venimos viviendo de pandemia, donde se ha puesto en evidencia la necesidad de abordar los problemas en común y desde lo público, superando el individualismo y las acciones privadas que potencian la desigualdad y ponen en riesgo la cohesión social. Sino también, y en lo que afecta al Trabajo Social, porque se está necesitado de un Trabajo Social que salga de su zona de confort y se enfrente con todo su potencial de conocimiento a los problemas actuales, tanto desde la academia como desde el ejercicio profesional.

Un Trabajo Social que fiel a sus códigos y praxis, sea provocativo para generar el cambio y la transformación necesaria, aunque esto nos lleve a la desobediencia sobre lo establecido, con rigor y profesionalidad, desde la interacción con las personas, defendiendo derechos y no aceptando acciones placenteras y benefactoras. El próximo martes puede ser un buen momento para ese comienzo.

(Disponible en formato podscat a través de https://www.ivoox.com/trabajo-social-saliendo-zona-confort-audios-mp3_rf_69725846_1.html)

sábado, 27 de febrero de 2021

El debate de la vivienda, ¿cómo les sonará a las personas sin hogar?

Llevamos unas semanas donde entre los diferentes debates que se van generando en la opinión pública, aunque aquí siempre podríamos pensar (e incluso debatir) aquello de que fué antes el huevo o la gallina, ¿quién genera los debates? ¿cómo se generan? ¿porqué salen unos y otros no? esto nos daría posiblemente no para una entrada en este humilde blog sino para una o varias tesis doctorales. La cuestión es que la vivienda está en el debate, aunque nos podríamos preguntar ¿cuándo la vivienda no ha estado en el debate? posiblemente junto a la situación territorial, la educación o las pensiones son de aquellos temas eternos que no se es capaz de buscar una solución en este país, aunque personalmente me conformaría con un consenso para alcanzar una solución en el corto, medio plazo.

Como digo surgen debates sobre la vivienda: si hay que regular los alquileres, si un partido se comprometió y ahora no quiere hacerlo, desahucios, inexistencia de vivienda pública, vivienda u hogar dos términos que pueden parecer iguales pero muy muy diferentes, cortes de luz, infravivienda, y así podría continuar. Por lo que efectivamente nadie puede poner en duda de que hay debate, o me atrevería a decir que muchas variables con un denominador común, el acceso a una vivienda digna y adecuada que para miles de personas en nuestro país es imposible de alcanzar, y que además, habrá que seguir recordándolo, es un derecho que en estos momentos las administraciones no están cumpliendo, y cuando alguien incumple una norma todos sabemos lo que debiera de ocurrir ¿no?

Pero mientras esta situación se produce sin que se vean soluciones en breve, ¿qué pensarán las 33.275 personas, que como media dormían en la calle o en centros asistenciales cada noche por no disponer de una vivienda, según la Estrategia Nacional Integral para personas sin hogar 2015-2020? Una estrategia aprobada por Consejo de Ministros el 6 de noviembre de 2015, o sea hace cinco años, por lo que con toda seguridad este número se habrá quedado obsoleto y todo apunta a que será mucho mayor. Ya que del 2006 al 2018, el número de personas que utilizaron la red de alojamiento en el estado se vió incrementado en un 66,23%, a raíz de los datos que facilita el INE y como se puede apreciar por la siguiente imagen.

Fuente: Elaboración propia a partir del INE

Volvamos a la Estrategia ya que en ella se establecía que: La Estrategia Nacional Integral para Personas Sin Hogar 2015-2020  es el instrumento que propone el Gobierno para dar respuesta a la situación de las personas sin hogar y crear un marco integral de actuación con este colectivo, con el horizonte final de la erradicación del sinhogarismo en nuestro país, mediante el objetivo a medio plazo de la reducción del número de personas que tienen que estar sin hogar, así como mediante su prevención.

(Fuente: https://www.mscbs.gob.es/ssi/familiasInfancia/ServiciosSociales/EstrategiaPersonasSinHogar.htm)

Los resultados evidencian que no se han alcanzado los objetivos previstos y que una vez finalizada la estrategia en diciembre pasado, tal y como también se recoge en el documento de evaluación, el sinhogarismo en España sigue siendo una cruda realidad, donde hay que superar aspectos voluntaristas y asistencialistas de cara a estas personas para considerar y poner en valor el derecho a una vivienda. Mientras tanto que siga el debate.

(Disponible en formato podscat a través de https://www.ivoox.com/debate-vivienda-como-les-sonara-audios-mp3_rf_69725831_1.html)

domingo, 10 de enero de 2021

¿Quién controla a quién?

Se pudiera pensar que voy a realizar una entrada sobre consumo de sustancias, ya sabéis la típica frase: ¡yo controlo!, pero como suelo decir, es la expresión que se repite cuando menos controlamos. Aunque en esta ocasión la entrada no va de sustancias...

Desde hace unos días nos está afectando un temporal que bajo el nombre de Filomena, que ya es casualidad que se le haya puesto nombre de mujer, dejo este comentario para otro momento. Un temporal definido como el más crudo y potente desde hace muchos años, debido a la intensidad de las nevadas, lluvias, aire ..., que ha puesto en jaque a gran número de ciudades españolas, entre ellas la capital Madrid, con fotografías más parecidas a escenas de películas que a momentos que se pensaran como posibles.

Si en el mes de marzo veíamos imágenes insólitas e impensables de ciudades desiertas por el confinamiento, hoy volvemos a ver como digo otras igual de inimaginables, y si hay que buscar un "denominador común" para ambas situaciones, se puede afirmar que es la misma naturaleza la que nos viene poniendo a prueba, desde la capacidad de superación a la capacidad de reacción o a la capacidad de solventar situaciones muy problemáticas y complicadas. 

De ahí el título de la entrada ¿quién controla a quién?, está claro que un virus o un temporal nos está demostrando la tremenda capacidad que pueden tener, y aunque al final dobleguemos al virus, y seamos capaces de responder ante este temporal y los que seguro que vendrán, millones de personas se van quedando en el camino.

El momento que vivimos nos tiene que llevar a una profunda reflexión, para su transformación, de muchas de las acciones que venimos desarrollando. Entre ellas el objeto y objetivo de los gastos militares, si hasta ahora teníamos miedo que nos invadiera un supuesto enemigo, el enemigo más potente y ante el que no estamos preparados porque además no se para ni defiende con cañones ni con bombas, son los efectos naturales de los que nosotros mismos nos encontramos en su génesis, aunque los negacionistas del cambio climático lo desmientan al igual que desmienten la pandemia.

Si en 2008 sufríamos una crisis financiera a nivel mundial, en 2020 iniciamos una pandemia global que nos pone en la antesala de una tercera "crisis" (obviaré denominarla como ola), donde como decía antes ni las bombas ni las balas valdrán para solventarla, una crisis que es transversal porque ya hace años que se inició: que es la "climática". Con otra crisis la "social", que también de carácter transversal, no hace sino que afectar a los de siempre "los olvidados", donde los números de pobre se verán incrementados, al igual que los índices de desigualdad, desempleo y otras variables que se convierten en eso, en un número, pero que detrás están representados por miles y millones de rostros. Pero aún habrá algunos que dirán "yo controlo".

(Disponible en formato podscat a través de https://www.ivoox.com/quien-controla-a-quien-audios-mp3_rf_69725931_1.html)


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