Resulta cuanto menos que
escandalosa la noticia aparecida según la cual, los jugadores de la selección
española “la roja”, cobrarán una prima si ganan el mundial que llegará a los
720.000 euros, donde el total ascendería a 30 millones de euros.
Mientras esta noticia saltaba a
la palestra, esta semana pasada la Defensora del Pueblo solicitaba a las
comunidades autónomas que durante el período de verano, no cerraran los
comedores escolares ante los cerca de tres millones de menores (según Save the
Children), que se encuentran viviendo en riesgo de pobreza y exclusión social.
Para que de ésta manera por lo menos puedan acceder muchos de ellos a una
mínima alimentación.
Aunque leyendo ésta noticia
resulta incomprensible que el 13 de diciembre de 2013, el gobierno anunciara la
aprobación del llamado “Plan de Inclusión Social”, donde se iban a invertir y
copio literal lo que indicaba la nota de prensa: (http://www.msssi.gob.es/gabinete/notasPrensa.do?id=3137)
“93 millones de euros al día” sería bueno preguntar si ya que han pasado 159
días desde el 1 de enero de 2014 ¿en qué se han invertido los 14.787.000.000
millones de euros que corresponden?. Ya
que ese mismo plan establecía una partida extraordinaria de 17.000.000 millones
de euros para luchar contra la pobreza infantil, pero al parecer y como digo
tras haber pasado más de cinco meses, esos 17 millones aún no se han
distribuido entre las comunidades autónomas.
Pero si retrocedemos otra semana,
se publicaban los datos definitivos de la Encuesta de Condiciones de Vida,
correspondiente al año 2013. En ella se volvía a constatar que cada año que
pasa somos más pobres y las desigualdades no hacen sino que incrementarse. Si
en 2008 el ingreso medio por hogar se situaba en 30.045 euros, en 2012 baja a
26.775 euros, un 11% menos. Hagamos un ejercicio de comparación pedagógica, lo
que un jugador de “la roja” cobrará en prima, se corresponde a los ingresos de
27 hogares durante todo un año.
No creo que nadie después de
conocer estos datos y que tenga una mínima sensibilidad, puede aceptar que se
produzcan estos hechos, y si los aceptamos y los justificamos algo grave nos
pasa como sociedad. Ya que nos estamos refiriendo a conceptos como igualdad y
justicia social, elementos básicos para construir una sociedad en donde pongamos
al ser humano en su epicentro. Cuando festejemos los goles, cuando salgamos a
la calle con camisetas alusivas, cuando quedemos con nuestros amigos/as para
ver un partido, cuando se pongan banderas en balcones y ventanas, sería bueno
hacer previamente un ejercicio de reflexión para saber que estamos defendiendo.
(Publicado en Revista El Observador)
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