domingo, 26 de mayo de 2024

El 9J, una oportunidad para el rol activista del Trabajo Social

No es la primera vez que inicio una entrada realizando un recordatorio de cuál es la definición de Trabajo Social, así: 

Fuente: Emblema de la profesión BOE 276
(18 de noviembre de 1966)
 
"El trabajo social es una profesión basada en la práctica y una disciplina académica que promueve el cambio y el desarrollo social, la cohesión social, el fortalecimiento y la liberación de las personas. Los principios de la justicia social, los derechos humanos, la responsabilidad colectiva y el respeto a la diversidad son fundamentales para el trabajo social. Respaldada por las teorías del trabajo social, las ciencias sociales, las humanidades y los conocimientos indígenas, el trabajo social involucra a las personas y las estructuras para hacer frente a desafíos de la vida y aumentar el bienestar". (Aprobada por la Asamblea General de la International Federation of Social Workers - FITS y la Asamblea General de la IASSW en julio de 2014)

Y ¿porqué vengo a plantearla?. En los tiempos convulsos que vivimos, aunque se podría pensar que tiempos no han sido convulsos, destacaría la victoria del individualismo sobre lo comunitario, del búscate la vida a las dinámicas de participación para la búsqueda de soluciones y de mejoras en todos los terrenos, y aunque la pandemia nos dejo ejemplos muy evidente de lo contrario, de poco ha servido.

El sistema consumista en el que vivimos se encuentra al acecho y sabe esperar, y ante cualquier indicio de lo que puede ser un posible cambio de modelo este no se produce sino al revés, resurge con más fuerza, y como aquella expresión que nos enseñaban en la escuela al igual que "la energía esta nunca se destruye solo se transforma."

Individualismo, consumismo, vulnerabilidad, exclusión, desigualdad, falta de participación, ... son toda una serie de variables y características que se mantienen en el tiempo y que desde la teoría se plantea como las que deben de ser objeto de la intervención desde el Trabajo Social para su transformación, ¿no?.

Suelo hacer una pregunta al alumnado al que imparto clase, si participan o pertenecen alguna entidad social, aunque sea la comunidad de vecinos, y año tras año los índices son menores, el desánimo y el desinterés por el cambio se evidencian, no voy a generalizar porque no sería justo pero digamos que es una gran mayoría. Sin olvidar que teóricamente nos situamos ante esa población que en unos años deberá de ejercer la función y los roles que nos define, donde el activismo desde su concepción más amplia se encuentra de manera incontestable.

Me dá la sensación que estoy siendo algo negativo y poco optimista con esta entrada, y realmente me quisiera equivocar, pero hay realidades tan potentes de injusticia social, de exclusión y de desigualdad en las que miles de personas pasamos como si no fuera con nosotros (me incorporo también), que me hace cuestionar que no vamos para mejor ... y que efectivamente el "sistema" nos ha inoculado. 

En unas semanas se votará para las elecciones europeas, unas elecciones que históricamente se han significado por una muy baja participación, las vemos tan lejos, pero que nos marcan mucho más de lo que nos pudiéramos imaginar. Pero es que en esta ocasión el riesgo de que la extrema derecha obtenga unos resultados históricos, según las encuestas, es más que evidente, pero parece que eso tan poco vaya con nosotros. Nuevamente y tirando de nuestra definición del Trabajo Social, a la que nos debemos, nos requiere a ser actores participantes donde pongamos en primera línea "Los principios de la justicia social, los derechos humanos, la responsabilidad colectiva y el respeto a la diversidad..." cuidado ya que de lo contrario puede llegar un día en que digamos: "Ahora vienen a por mí, pero es demasiado tarde" (Bertolt Brecht). (También lo puedes escuchar en el siguiente enlace: https://go.ivoox.com/rf/129417960)

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