Estos días estamos viviendo una típica de estas fechas de inicio del curso escolar “la entrega de material escolar” para los niños “pobres”, “excluidos o en riesgo de exclusión”, “de zonas marginales”… hay titulares para todos los gustos así que cada cual escoja con el que más se identifique.
En unos meses y con la llegada de la navidad, estaremos ante
otra típica, el reparto de juguetes a esos mismos chicos y chicas “pobres”, “excluidos
o en riesgo de exclusión”, “de zonas marginales”.
Y por último, tenemos un tercer momento, cuando llega el
verano y se ponen en marcha los campamentos para esos niños/as “pobres”, “excluidos
o en riesgo de exclusión”, “de zonas marginales”.
Estos tres momentos que he definido no se corresponden con
ningún estudio empírico ni cualitativo, y no tiene ningún rigor científico. Pero
sólo hace falta entrar en “San Google” poner las palabras mágicas y saldrán las
noticias.

Me gustaría dejar estas cuestiones para la reflexión, porque
estos días que nuevamente me encuentro con la típica noticia, me surgen preguntas:
Si estamos hablando de derechos, entre ellos el de la educación, y es responsabilidad de la administración el que estén cubierto porque para eso pagamos nuestros impuestos. ¿Cómo se puede convertir la imposibilidad de acceder al derecho en una noticia, donde además lo que se traslada es una imagen y un mensaje en el que se transmite un buen hacer por parte de los mismos que no son capaces de hacer cumplir el derecho? Igual puede parecer poco entendible, pero léanlo con calma y reflexionen.
Si estamos hablando de derechos, entre ellos el de la educación, y es responsabilidad de la administración el que estén cubierto porque para eso pagamos nuestros impuestos. ¿Cómo se puede convertir la imposibilidad de acceder al derecho en una noticia, donde además lo que se traslada es una imagen y un mensaje en el que se transmite un buen hacer por parte de los mismos que no son capaces de hacer cumplir el derecho? Igual puede parecer poco entendible, pero léanlo con calma y reflexionen.