El título de ésta entrada definió y define el modelo de
intervención pedagógica inspirado por el brasileño Paulo Freire (1921-1997),
uno de los mayores y más significativos pedagogos del siglo XX, que tuvo que
exiliarse ya que su actividad fue calificada de subversiva, una actividad
centrada junto a los oprimidos, en el diálogo y en nuevas ideas liberadoras en
América latina y en la teología de la liberación, siendo un referente para la
educación.
Hace una semana se clausuraba el XII Congreso Estatal de
Trabajo Social, un congreso muy ambicioso, innovador y alternativo. Donde más
de mil compañeras y compañeros llegábamos con una carga de acción/actividad en
los últimos años marcada por la eliminación de servicios y prestaciones, por el
despido de muchos/as compañeras/os, por una vuelta atrás donde los conceptos de
pobreza y exclusión se convierten en portadas de diarios, con alternativas
benefactoras por parte de la gran mayoría de las administraciones, con una
intervención cortoplacista en donde los derechos sociales simplemente se
quieren hacer desaparecer de la noche a la mañana.
Ante este escenario la celebración del Congreso ha
supuesto un momento para el respiro, para la reflexión y para el intercambio de
ideas y opiniones. Para unir aún más al conjunto de profesionales del Trabajo
Social, más de cuarenta mil en toda España. Porque no es momento de salvadores
de la patria ni de individualismo, sino por el contrario de pensar en el
interés común, donde los protagonistas deben de ser los ciudadanos y nosotros
simplemente uno más junto a ellos.

Ahora nuevamente nos situamos en el estadio de la acción,
momento que nos exige compromiso con nuestra ética profesional, para que
efectivamente sigamos siendo agentes de cambio social.